Sólo un problema: para entrar al Círculo Ecuestre, personificación de la burguesía local, hace falta ser socio. Incluso si logramos encontrar a algún casposo dispuesto a recomendarnos, la cuota de inscripción es de 12 mil euros más otros 800 anualmente. Por agradable que sea la mansión, las vidrieras y todo, nos parece un poco exagerado este precio por el privilegio de llevar americana, corbata e insignias.

Pero ni el precio, ni las políticas restrictivas, nos excluirán de lugar alguno, jamás. Y se nos ocurrió una escapatoria: con las chaquetas de Barbour y pantalones de pana, ni envueltos en la bandera británica pudieran estos señores hacer más clara su debilidad por todo lo inglés.

Fuimos a pagar la cuota de EUR 90 para socios internacionales a la Royal Commonwealth Society de Londres y, gracias al acuerdo recíproco entre los dos clubes, pudimos entrar al Ecuestre, engreídos de nosotros mismos. De esa forma sólo puedes acceder unas 20 veces al año, pero es suficiente. Tampoco hace falta "pertenecer" tanto.