De acuerdo en que son una mejora al "¿pollo, ternera o pasta?" esas cajas de aluminio que contienen alguna variante de materia triturada no identificable, pero la comida, desde el aire, siempre ha sido poco apetitosa. Por lo menos solía ser así.

Ahora puedes tomar vuelo en el teleférico de Montjuïc cada martes y cenar con un menú de la tienda de delicatesen Goulaffres. No habrá pollo ni ternera, pero sí una propuesta ligera con gazpacho, ensalada de queso de cabra, confit de pato con pera y una brocheta de fruta. Es servido con acompañamientos de vistas imbatibles, fondo sonoro de bossa nova y provisiones frescas cada 15 minutos al pasar por una de las estaciones.