Para desvelar tus problemas y rarezas más personales solían los “expertos” leerte las manos, interpretar tus sueños, o sujetarte a horas de interrogatorio en el sofá, a veces, incluso, asistido por un calambrazo, o dos. Ahora lo más es la examinación de los pies. Y aparentemente cuanto más juanetes, mejor.

Encabezando esta tendencia está el Método Grinberg, que de una sola sesión con tus 42, podrán diagnosticar desde lo que te está causando los dolores crónicos, hasta el causante de tu falta de concentración, o la raíz de tus problemas románticos. ¿La trampa? En lugar de simplemente tomar unas píldoras, para la recuperación quizás haga falta hacer unos cambios mas radicales en tu estilo de vida.